Se realizarán Jornadas de Odontopediatría que recogen experiencias con Pueblos Originarios

Las actividades, que se desarrollarán del jueves 1° al sábado 3 de febrero en Río Mayo, nacieron del interés de poner en valor el trabajo desarrollado en el área rural del sudoeste de la provincia del Chubut con Comunidades Mapuches y Tehuelches.

sábado, 27 de enero de 2024 - 6:22

En conmemoración de los 30 años del nacimiento del proyecto de la Residencia de Odontopediatría del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia, que depende de la Secretaría de Salud del Chubut, se realizarán en Río Mayo las Jornadas de Odontopediatría “30 Años de Salud”.

La actividad en cuestión se llevará adelante desde el jueves 1 hasta el sábado 3 de febrero, y pretende retomar la experiencia que se desarrolló en forma consecutiva entre 1989 y 2000, destinada a Pueblos Originarios del Sudoeste del Chubut.

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Las Jornadas contarán con la disertación del doctor Hugo Rossetti, quien acompañó al doctor Jorge Espíndola desde los inicios del proyecto. El especialista brindará conferencias el jueves 1° y el viernes 2 por la tarde, mientras que por la mañana del día viernes se realizará la documentación fotográfica a la población bajo programa.

Para el sábado 3 está prevista una Ronda de Conclusiones sobre el Proyecto “Bienvenida Salud”, previéndose el cierre sobre el mediodía.

Estas Jornadas nacen del interés de poner en valor la experiencia desarrollada en el área rural del sudoeste de la provincia del Chubut con Comunidades Mapuches y Tehuelches.

En tal sentido cabe destacar que el Programa Bienvenida Salud surgió en 1994, a partir de un encuentro entre el doctor Rossetti y el doctor Espíndola, tras el cual ambos profesionales decidieron forjar este Proyecto “en respuesta a una crisis de paradigma hegemónico, como un llamado urgente hacia el cambio”, como recuerda Espíndola.

Desde sus inicios, el Proyecto contó con la participación de la doctora Marisa Campano y los odontólogos de la Residencia de Odontopediatría del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia (1989-2000).

Llegar a las comunidades

“Es más que un proyecto de salud bucal, es un movimiento que busca tratar, prevenir y educar; es una necesidad de redefinir lo que entendemos por salud y reconocer que, a veces, las soluciones están más allá de los libros de texto y las conferencias magistrales, las soluciones están en el terreno, en el contacto directo con las personas, en la comprensión profunda de sus necesidades y realidades”, explicaron los mentores de esta iniciativa.

El objetivo inicial de este Plan fue brindar salud odontológica a los pueblos originarios del sudoeste de la provincia de Chubut: Mapuches de Loma Redonda y Tehuelches de El Chalía, y familias de las localidades de Río Mayo, Ricardo Rojas y Aldea Beleiro.

Estas comunidades se encuentran totalmente alejadas de los grandes centros urbanos y carentes de todo servicio. Por eso, “nuestra iniciativa marcó un hito al abordar la salud desde un enfoque innovador: optamos por la prevención y promoción de la salud bucal desde un enfoque educativo. Nos desmarcamos de la metodología tradicional basada en el tratamiento directo de enfermedades, centrándonos en la educación y la promoción de hábitos saludables. Enfocamos nuestros esfuerzos en construir una base sólida para un bienestar duradero, sin utilizar instrumental ni material para tratar patologías, ¡Así es como reinventamos el camino hacia la salud!”, destacó Espíndola.

Proyecto a largo plazo

El proyecto estaba diseñado para realizar un seguimiento anual, que se mantuvo hasta 2001 pero desde entonces se discontinuó, no obstante lo cual se realizaron tres eventos adicionales en 2005, 2013 y 2021. La interrupción afectó la continuidad en el seguimiento y control, así como la capacidad de documentar exhaustivamente a toda la población, como se venía haciendo desde los inicios del proyecto.

Sin embargo, el doctor Espíndola destacó que “se logró llevar adelante un proyecto a largo plazo, cuyos impactos resonaron a lo largo de tres generaciones. La población que se sumó al programa no solo absorbió el conocimiento proporcionado, sino que lo hizo suyo, generando una mejora sostenida en su salud bucal.

“Este aprendizaje no se detuvo en la individualidad, sino que se transformó en hábitos arraigados que se han transmitido de manera consistente a lo largo de tres generaciones consecutivas, consolidando una transformación positiva en la salud bucal de la comunidad a lo largo del tiempo”, concluyó.

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