Desde la cartera sanitaria destacaron que el paciente en cuestión no tiene nexo epidemiólogo, pese a lo cual, y por protocolo, se encuentra ya aislado de forma preventiva. El diagnóstico presuntivo será confirmado o descartado por el Instituto Malbrán dentro de dos días, luego de lo cual, y en caso de que se confirme que efectivamente se trata de un caso de viruela símica, habrá que evaluar a qué cepa corresponde, para determinar así el grado de complejidad de la situación.
viernes, 23 de agosto de 2024 - 8:58El Gobierno del Chubut, a través de la Secretaría de Salud provincial, informó que este viernes, en un sanatorio privado de Comodoro Rivadavia, se identificó un posible caso sospechoso de viruela símica, que siguiendo los protocolos correspondientes fue derivado al Hospital Regional de la ciudad, donde se le tomó una muestra que fue enviada al Instituto Malbrán de Buenos Aires, para su posterior confirmación.
En diálogo con la prensa, el subsecretario de Salud Pública, Sergio Jaime, señaló que “este viernes en Comodoro Rivadavia, en una institución privada, apareció una persona de 48 años con una erupción generalizada, fundamentalmente en la cara, y el personal de salud que lo vio consideró que podía llegar a ser un posible caso sospechoso de viruela símica”.
Por tal motivo, “se lo derivó de forma preventiva al Hospital Regional para la toma de muestra y posterior envío al Instituto Malbrán, para solicitar la confirmación o no de este caso”, cuyo resultado estará dentro de dos días, indicó Jaime.
A su vez, el funcionario provincial detalló que “la persona no tiene nexo epidemiológico”, lo cual significa que “no estuvo en contacto ni viajó a una zona con circulación viral, pero es una persona que estuvo viajando en los últimos 21 días y tuvo un posible contacto con una persona que viajó a África, pero que no registra síntomas ni es un caso confirmado”, más allá de lo cual “el personal de salud consideró que era prudente evaluarlo, indagarlo y tratar de confirmar o descartarlo como caso”.
“Si se llegara a confirmar que se trata de un caso de viruela símica, habría que determinar si corresponde a la cepa que venía del año 2022, que era benigna y no produce mayores complicaciones, o si es la cepa de República Democrática del Congo, que usualmente produce más síntomas que la otra”, sostuvo el referente de la cartera sanitaria.
Además, Jaime remarcó que “todavía está en estudio la evolución final y el impacto epidemiológico de esta cepa”, precisando que hasta el momento “en Argentina hay únicamente 8 casos confirmados” de la misma.
La viruela símica es una enfermedad que se transmite por contacto sexual o por contacto estrecho físico. El síntoma más común son las lesiones en la piel parecidas a granos o ampollas, que aparecen en cualquier parte del cuerpo, pero con mayor frecuencia en regiones genitales, perianal, cara, manos y pies.
La viruela símica necesita contacto estrecho, ya sea piel a piel o a través de las mucosas, para pasar de persona a persona. Por el momento, la vía principal de transmisión es el contacto estrecho durante las relaciones sexuales. Hay otras vías mucho menos frecuentes, como el contacto con materiales contaminados de una persona enferma o a través de secreciones respiratorias en conversaciones cara a cara.
Cualquier persona que haya estado en contacto cercano con otra que tenga síntomas, independientemente de su sexo, su género, su identidad autopercibida y su orientación sexual.
La principal medida de prevención es evitar el contacto directo (especialmente el sexual) con personas que tienen la infección o con quienes tienen síntomas compatibles.
También es aconsejable evitar compartir objetos de uso personal como ropa de cama, toallas, platos y cubiertos o mate.
La mayoría de las personas transitan la enfermedad de manera leve, pero en algunas puede ser más grave, por ejemplo en niñas y niños, personas gestantes o inmunocomprometidas.
Si se detectan las lesiones en el cuerpo, es fundamental consultar rápidamente a un centro de salud y evitar el contacto físico con otras personas. En el caso de haber estado en contacto con alguna persona con viruela símica, prestar atención a la aparición de los síntomas para poder actuar de acuerdo con las recomendaciones.