Repudio a la campaña antimapuche en Mendoza

Hubo fuertes críticas al proyecto aprobado por la Cámara de Diputados local que declara que “los mapuches no deben ser considerados pueblos originarios argentinos”.

lunes, 3 de abril de 2023 - 10:04

Tras una escandalosa sesión que pasó desapercibida para la prensa porteña, la Cámara de Diputados de Mendoza declaró la semana pasada al pueblo mapuche como no argentino. La resolución confirma “el negacionismo y racismo institucional” y le valdrá una denuncia penal al gobernador Rodolfo Suárez, respondió la comunidad originaria. Sin embargo, la medida en cuestión no fue aislada sino que es la continuidad de lo que políticos, dirigentes sociales e investigadores académicos coinciden en calificar como “una avanzada segregacionista” de Juntos por el Cambio, que ensaya en esa provincia lo que alienta en todo el país.

“Los mapuches no deben ser considerados pueblos originarios argentinos en los términos del artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales”, dice la resolución impulsada y votada por Cambia Mendoza, la alianza UCR-Juntos por el Cambio.

La medida desplegó repudios en un amplio sector de personalidades de la vida pública, incluyendo autoridades de ciencia y tecnología de todo el país, que sostuvieron que esa redefinición que extranjeriza a la comunidad “no tienen el menor sustento científico”.

La avanzada se acentuó en los últimos meses, con el encarcelamiento de dirigentes sociales, censura a investigadores de primer nivel e inclusive destrucción de obras artísticas feministas.

A mediados de marzo, cuatro militantes, dos del Polo Obrero y dos del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), fueron detenidos por protestar en rechazo del recorte de planes sociales. El gobierno de Suárez pidió dureza: prisión preventiva y encarcelamiento en penales.

Hubo movilizaciones en todo el país y los militantes quedaron libres, aunque siguen imputados y con prohibición de manifestarse en la vía pública. Pero el ataque a las garantías tiene varios frentes simultáneos.

El Poder Judicial es clave. “El gobierno de Suárez mantiene la continuidad del Código de Convivencia limitativo de libertades, que también tiene procesadas a integrantes de las asambleas por el agua” que desde hace tiempo cuestionan la explotación minera en la provincia, apuntó a Página/12 Gabriel Jofré, werkén de Malalweche y uno de los mapuche con mayor presencia en la lucha.

El pie de Cambia Mendoza sobre la Justicia mendocina no solo está garantizado en por la cooptación de jueces sino por su presencia en la mismísima Suprema Corte provincial. Para dar un ejemplo, uno de sus miembros y ex presidente de ese cuerpo es Dalmiro Garay, ex ministro de Gobierno de Alfredo Cornejo, quien este año volverá a ser candidato a gobernador.

En el ataque de hace dos semana a la muestra 8M Manifiestos Visuales, en la Universidad de Cuyo (UnCuyo), también hubo vínculos con el negacionismo. El portal Adelante la Fe es punto de encuentro entre algunos de los ultracatólicos violentos que rompieron obras de arte y una de las historiadoras que negó en Diputados la preexistencia mapuche en Mendoza.

A pesar de este panorama, Mendoza es un lugar extraordinario. Sobre todo para Cornejo, que cree que la provincia está tan fuera de lo ordinario que como senador amenazó con independizar la provincia y renunciar a la argentinidad que su alfil, Roberto Suárez, le quiere quitar a los mapuches gracias al control del Poder Legislativo.

La estrategia de desargentinización fue similar al lawfare: desacreditación mediática del Pueblo Mapuche, respaldo de un sector de intelectuales, condena social, jueces que desoyen el reclamo indígena y finalmente la aprobación de la resolución/sentencia.

Al puntapié inicial lo dieron Suárez y Cornejo, que en redes sociales y discursos públicos hablan de “pseudo mapuches” y “mapuches autopercibidos”. Los medios afines multiplicaron esos términos y dieron espacio a historiadores que niegan la existencia de mapuches en Mendoza.

Previo a la sanción de la cuestionada resolución hubo un extenso debate en la Comisión de Derechos y Garantías, presidida por el diputado José Luis Ramón. Allí, algunos historiadores repitieron que en esa provincia no hubo mapuches, sino huarpes y pehuenches. Pero no lo probaron con investigaciones respaldatorias.

En cambio, los que defienden la preexistencia de la comunidad en cuestión demostraron que los que hoy se llaman mapuches son descendientes de aquellos pehuenches y de otros grupos.

La historiadora doctorada en antropología Florencia Roulet explicó a este diario que “mapuche” es “una autoidentificación que comparten un conjunto de grupos indígenas tanto en Chile como en Argentina recién desde fines del Siglo XIX y principios del XX”. Por ende, continuó, “que en los libros de esos años no esté la palabra ‘mapuche’ no quiere decir que no estuvieran los antepasados de quienes hoy se reivindican como tales”.

Una de las pruebas más elocuentes de la preexistencia “es el poncho que los pehuenches le regalaron a José de San Martín en 1816. Ese poncho fue de lo más elaborado por el arte textil mapuche”, ejemplificó.

Fuente: Página/12

 

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