Hay 5 factores que aportan calma a los mercados cambiarios. Pero una circunstancia particular puede traer tensión en la medida en que nos acerquemos al invierno.
martes, 12 de abril de 2022 - 12:01Por Gonzalo Finlez
El dólar blue arrancó esta semana cotizando en $195, su valor más bajo en seis meses. Esto ocurre luego de haber tocado un pico de $220 en la previa al anuncio del principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, hacia fines del mes de enero.
No es casual que la tendencia de las cotizaciones paralelas de la divisa norteamericana haya sido a la baja desde el mensaje del presidente donde comunicaba el entendimiento con el organismo internacional. A partir de la firma de un nuevo programa se despejaron los temores de caer en atrasos en los pagos de la deuda contraída con el FMI en 2018.
Con el entendimiento,el organismo enviará las divisas necesarias para cancelar los vencimientos a cambio de revisiones trimestrales. Estos montos resultaban imposibles de cancelar con los dólares disponibles en las reservas internacionales del Banco Central (BCRA), es decir, con las divisas que atesora nuestro país.
Este alivio temporario para las cuentas externas argentinas es el primer factor que aporta a la calma cambiaria, pero no es el único. La apreciación del real brasileño ayuda a que el Banco Central argentino no tenga que acelerar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial por la dimensión que tiene Brasil en la balanza del comercio exterior nacional.
Otro factor es la política de suba de la tasa de interés del BCRA. Durante este año, la tasa de referencia llegó al 44,5% y hay perspectivas de que continúe subiendo. Esto genera incentivos para que los ahorristas prefieran ahorrar en pesos, por ejemplo en un plazo fijo, por sobre la compra de dólares.
En este punto estuvo el foco de los analistas durante las últimas semanas, vaticinando la vuelta del carry trade. Básicamente, esta estrategia consiste en vender dólares en los mercados financieros para hacerse de pesos, y luego colocar esos pesos en instrumentos que generen rendimientos aprovechando la suba en las tasas.
Las mayores ganancias se obtienen a través de la compra de deuda atada al CER, un coeficiente que remunera al inversor en la misma proporción que la evolución de la inflación. De esta forma, dado que el IPC del Indec fue del 4,7% para el mes de febrero, la tasa de un bono CER tuvo un piso del 4,7% mientras la del plazo fijo fue del 3,6%.
En este marco, la baja de las cotizaciones paralelas del dólar, particularmente las financieras, se pueden explicar por la suscripción de estas estrategias que otorgan rendimientos sumamente elevados, siempre que el valor de la divisa no se dispare.
Además, en las mesas se especula con que la apreciación del peso en los mercados financieros también responde a ventas particulares de grandes empresas que se desprenden de sus divisas en la bolsa para hacer frente a obligaciones impositivas en pesos.
Hasta cuándo puede durar
Históricamente, el segundo trimestre del año es un período donde el dólar opera con calma. Esto se debe a un factor estacional, ya que en este período se concentran las exportaciones de granos y sus derivados. Al vender la cosecha al exterior, ingresan divisas al Banco Central fortaleciendo la posición del peso.
Para este 2022 se esperan buenas liquidaciones del sector agroindustrial por el alza en los precios internacionales, empujados por la guerra en Ucrania. En este sentido, el ingreso de divisas por las exportaciones agrarias durante el primer trimestre alcanzó US$9.926 millones, un 80% por encima del promedio histórico, según calculó la consultora Invecq.
Sin embargo, esta situación favorable no se trasladó en una mejora en la posición de divisas del Banco Central. Esto ocurre porque mientras crecen las exportaciones también lo hacen las importaciones, que demandan dólares de las reservas. Pese a las quejas públicas por la administración del comercio exterior, las empresas adelantan compras de insumos y productos finales del exterior, al tiempo que se apresuran en cancelar deuda denominada en moneda extranjera.
Esta situación lleva a que el Estado no pueda aprovechar el escenario favorable para Argentina en los mercados internacionales mediante un fortalecimiento en las reservas internacionales del BCRA, una constante de la gestión del Frente de Todos. Al mismo tiempo, si la posición de divisas de la autoridad monetaria es débil, también lo es su capacidad para respaldar el valor del peso.
Pero el contexto global también amenaza con empeorar este panorama a medida que nos acerquemos al invierno. Por los altos precios del gas licuado que Argentina deberá importar para generar energía eléctrica, se deberán utilizar más divisas que las previstas. Por caso, la consultora Economía & Energía estima que la balanza comercial energética sería deficitaria en unos US$4.911 millones durante este 2022, un rojo ocho veces mayor al del año pasado.
Por estos motivos, la clave para anticipar la tendencia del valor del dólar será la capacidad del Banco Central de fortalecer sus reservas internacionales durante estas semanas de liquidación de la cosecha para hacer frente a la inevitable salida de divisas cuando llegue el invierno.