La investigadora del Instituto de Biociencias de la Patagonia (CONICET-UNPSJB) contó detalles de lo que fue el IX congreso de olivo en Estados Unidos.
sábado, 23 de septiembre de 2023 - 3:30Nadia Soledad Arias, investigadora del Instituto de Biociencias de la Patagonia (CONICET-UNPSJB), pasó por los micrófonos de LaCienPuntoUno para contar lo que fue su participación en el IX congreso de olivo “Olivo, un cultivo antiguo para un futuro sostenible”, en California, Estados Unidos.
“El cultivo del olivo es milenario en distintos continentes. Este congreso se hace cada cuatro años que nuclea a investigadores y productores de distintos países. Nos juntamos todos y contamos los avances en las investigaciones. Pudimos mostrar todo lo que está pasando en la zona con el cultivo de oliva en la región. Hace unos años en la región algunos empezaron a preguntarse si era posible y ahí investigamos si la planta resistía a las bajas temperaturas y si es viable, aunque tenemos la escases de agua”, explicó en “El Faro Ilumina”.
Consultada sobre las variedades que se cultivan, dijo: “Hay diferentes, unas solamente aceiteras y otras doble propósito. En nuestras zonas se probaron distintas variedades. Cuando hay algo nuevo y no hay información hay que generarla para después brindarlas y que sean óptimas para la región”.
Y añadió: “Hablamos de buena calidad cuando tenemos buenos valores de ácido oleico. Arbequina, una de las más cultivadas en Argentina, en nuestra zona genera más de un 70% de ácido oleico, que es un valor muy alto y que en el norte del país no se llega”.
Con respecto al cambio climático y cómo afecta, señaló: “Es un hecho y el aumento de la concentración de dióxido de carbono trae un aumento de la temperatura a nivel global. Necesitamos generar alimentos y donde hay zonas donde las temperaturas son muy altas y la falta de agua es importante se están trasladando cultivos a otras latitudes donde antes era impensado”.
“Se puede pensar a nuestra ciudad de otra manera, tenemos el petróleo, pero puede haber otras alternativas en una escala diferente. Podemos pensar en desarrollos patagónicos con la impronta que genere un diferencial”, indicó.