El exministro Coordinador de Chubut, Alberto Gilardino, fue uno de los sobreseídos en la Causa “Ñoquis Calientes”, y apuntó al entorno del exgobernador cuando estaba enfermo. Además, opinó de las diferentes causas de corrupción de la Provincia.
lunes, 1 de agosto de 2022 - 11:39El exministro Coordinador de Chubut, Alberto Gilardino, fue uno de los sobreseídos en la Causa de corrupción denominada “Ñoquis Calientes”, que tiene como principal imputada a la exministra de Familia, Cecilia Torres Otarola.
Gilardino dio una nota exclusiva en el programa NosSobranLosMotivos de LaCienPuntoUno y, al ser consultado el por qué de la vinculación con la causa, contestó: “Me encantaría saber. Porque surge con una declaración de Sandoval, a quien yo desconozco, y entre las personas que nombra estaba a mi madre, que en realidad dice que era una pantalla porque yo la había puesto para yo hacer de asesor y no aparecer en los papeles, lo cual fue todo un delirio. Fue todo un hipotética, con verbos en potencial, articularon una hipótesis que en realidad se les cayó, porque en 1 año y medio de investigación no encontraron un solo elemento”.
El exfuncionario aclaró que la misma fiscalía pide el sobreseimiento y expresó que “no se mide el daño que genera para una persona estar expuesto permanentemente, porque, así como no todos los funcionarios son iguales, no todos los periodistas son iguales, hay muchos periodistas muy serios y respetuosos, pero han sido pocos los que me han llamado para preguntarme la versión de los hechos. Hay muchos que dicen cualquier cosa, que se agarran de pasquines que salen en internet. Ese daño no te lo repara nadie”.
Gilardino también fue vinculado a la causa de Emergencia Climática: “El mismo fiscal, en las dos causas que me hace la apertura de investigación, la misma fiscalía plantea el sobreseimiento. En esa era lógico que me investigaran, la fiscalía no encontró ningún elemento para acusarme, pero en esta causa no tenía ninguna lógica”.
Respecto a su actuación en la gestión del exgobernador Mario Das Neves, contó que “no tenía poder real, era todo un escenario muy difícil, tenía 35 años, hice lo mejor que pude, no pude imponer algunas cuestiones, cuando vi que no daba para más y no estaba de acuerdo en algunas cuestiones di un paso al costado. No volvería a la política, no me arrepiento de haber estado y haber aprendido, la pasé pésimo pero aprendí de eso también”.
Y remarcó que “esto podía derivar en una cuestión de discusión mucho más profunda de cómo funciona el Estado, yo no tenía un solo asesor nombrado por mí, y el cupo de asesores que tenía el Ministerio de Coordinación de Gabinete estaba cubierto, quiénes eran…no sé, ninguno venía a ayudarme con un tema puntual”.
Asimismo, Gilardino señaló que “las decisiones finales las tomaba Mario Das Neves, pero no estaba en plena capacidad de funciones porque estaba en tratamiento. Mario tendría que haber delegado más el poder, había aprovechamiento de la gente que rodeaba a Das Neves. Algunos para beneficiarse y otros para no hacer lo que tenía que hacer. Éramos pocos los que estábamos trabajando”.
“Hay evidencias de que mucho de lo que se investigó se probó, eso pasó toda la vida, hubo un montón de cuestiones que pasaron toda la vida, con la obra pública, sobresueldos, el manejo de la caja política para campañas. Se desmadró y fueron muy burdos en algunas cuestiones, beneficiarse o lucrar con una emergencia climática me pareció de cuarta, más bajo que eso no había, no te entra en la cabeza que alguien lucre con eso”, cuestionó.
Y añadió que “faltó control interno, no me cambiaba la vida ser Coordinador de Gabinete, querían mi cargo, yo no me iba a meter en el barro, empezaron a decir cosas mías, se metieron con mi familia, un montón de mentiras, pero era fuego amigo, estaban dentro del Gobierno. Hay gente que tendría que haber estado dando alguna explicación y no apareció en ningún lado, pero actúan, tienen estrategias y encaran las investigaciones como les parece”.
Sobre la situación de la Provincia, Gilardino indicó que “ya estaba en esta situación compleja, todos los meses era difícil llegar para cubrir los costos del funcionamiento del Estado, por más corrupción que hubiese habido o que existió, eso no quita que el Estado no pueda afrontar sus gastos, hubo malas administraciones de varias gestiones, el Estado se sobredimensionó, se firmaron convenios impagables. Si te endeudas para pagar sueldos tenés un problema grave”.
Por último, Alberto Gilardino manifestó que “la condena social es terrible, muchos medios de comunicación se han hecho eco de eso, tapa de diario, y cuando te sobreseen no sale en ningún lado”.